Querencia: Vértigo

01 mayo 2006

Vértigo




Abres una ventana en tu vida,
te asomas,
y ves como el asfalto sube hacia ti
instalándote en el vértigo,
derramándote en el vacío,
al tiempo que cristalizan
tus miedos y deseos
abriendo tus entrañas,
y los pájaros y las flores
acompañan tu caída,
y tu descubrimiento,
una vez mas, del dolor,
de la transformación,
la perdida y la desolación,
camino hacia el centro de ti mismo,
hacia el centro de la nada,
y tiendes la mano
queriendo cerrar esa ventana,
volver el tiempo atrás
y hacer dormir los fantasmas
que te empujan a enfrentarte
con los demonios del pensamiento y del deseo

mientras todos los colores del mundo
viran al rojo.



7 Comments:

Blogger Enigmática said...

Eres demonio azul con mirada verde y como un pájaro me dejo caer sobre tu infierno...

5:35 p. m.  
Blogger Julia Moreno said...

...hacer dormir a los fantasmas que vigilan en la noche, que susurran palabras perdidas en la memoria, que recorren espaldas desnudas y desnudan silencios dormidos...

10:59 p. m.  
Blogger Noa- said...

Que desgarrador poema pero no por ello veraz y cierto.

Besotes

4:08 p. m.  
Blogger Trini Reina said...

Y que oscuros son esos demonios no hay manera de evadirse de ellos.

Un abrazo

5:50 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Ileana dijo.....
Bendita sea la alfombra
donde fueron satisfechos mis deseos
donde encendiste, cual hoguera,
la lumbre de mi ansiedad.
Y fue allí, en el lecho duro
de tu sala,
que me hiciste amarte
con intensidad.
Centinela en mi pecho
mantiene este sentimiento
y lo enriquece ardiente,
como tritón en el mar.
Qué he de hacer cada día
para apagar este fuego
que me enciende convulsa
y me lanza a naufragar.

2:30 p. m.  
Blogger MaLena Ezcurra said...

Intensamente intranquilizador y cierto.

Abrazo

1:41 a. m.  
Blogger Angél M. Diaz Vieco said...

Esa ventana sorprendentemente se parece a la mia, por la que miro a diario, en ese transcurrir de mi vida. Aúnque las imagenes cambien su colorido y su composición, puede llegar a despertar silencios, miedos y alguna que otra sombra...
Un beso.

3:05 p. m.  

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