Querencia: Bajo una misma luna

01 septiembre 2006

Bajo una misma luna




Hilvanaste el mundo en un pañuelo entre Tangos y Nocturnos, Rapsodias y desconsuelos mientras yo, tu amante, te buscaba crucificando calles en las noches de La Habana.

Y no te hallé entre las rimas de ron con perfume a hierbabuena servido por labios que no eran los tuyos, ni entre las caricias con sabor a azúcar de caña, morenas y cálidas, que resbalaban sobre mi piel ajena a todo, perdida en ninguna parte mientras destejía realidades.

Hilvanaste mi palabra con la tuya, y, en las noches de luna, y en aquellas que la perdieron, en el malecón, brotaba en silencio clamoroso tu nombre de opio embriagando de versos ese mar rompiente, susurrante, cómplice, que envolvía mi piel hecha piedra allá en La Habana.



8 Comments:

Blogger Amapola said...

Pero me hallaste en nuestros miles de versos tejidos de noches, de nuestras noches bajo una misma luna...y me hallarás siempre en cada rincón de luna caliente, mi tejonegro, mi dulce caballero para embriagarte siempre de opio, del mío, del tuyo, del nuestro.

Mi beso
(Gracias, precioso)

11:39 p. m.  
Blogger Noa- said...

Luna testigo silencioso de amores y desamores.

Saludos

7:38 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

¡Fantástico! De momento encabeza mi lista de lo mejor que has escrito.
¿Fuiste a La Habana? ¡Qué suerte!

11:10 a. m.  
Blogger Ondina said...

Es...precioso.
A veces son ncesarias muy pocas palabras para decir...tantas cosas
Beso

11:24 a. m.  
Blogger Fortunata said...

Nunca fui a la habana..... pero el texto refleja su echizo..... precioso
¿Quien canta? que voz tan maravillosa. Volveré paraa leerte y escucharla
un beso

10:34 a. m.  
Blogger Francisco said...

No puedo definir con palabras lo que siento...
Un saludo desde Suiza

9:37 p. m.  
Blogger Andrea Podesta said...

Ufff que hermoso tango, hiciste que se me piante un lagrimon!!!
bello relato...
Me quedé con un dejo de la melancolía que se desprendia de tus palabras.

3:36 p. m.  
Blogger Enigmática said...

Yo era tango olvidado de la noche...

No me hallaste, y era tuya, tan tuya, tan nocturna y callejera entre silencios, que no te diste cuenta. Ahí estaba, en el ron que resbalaba por tus labios y quedaba en otros labios, mientras yo miraba y tejia realidades, con palabra descalzas de ti y de mi...

Entonces a la misma hora, nuestros nombres se perdieron por las calles de la Habana, de Madrid y Bogotá...

7:19 p. m.  

Publicar un comentario

<< Home